Me gusta el fin de semana

Me gusta el fin de semana porque de la semana es lo mejor, porque puedo ver la puesta de sol, porque puedo rodearme de amor.

Me gusta el fin de semana porque puedo caminar, sandalias puedo usar, y la belleza de la creación puedo disfrutar. Unos ojos angelicales yo puedo mirar, unas alas protectoras yo puedo acobijar y en lo más hondo de mi alma no dejo de gritar que esto no lo quisiera abandonar.

Me gusta el fin de semana porque soy libre, porque puedo quitarme el disfraz. Disfraz que de lunes a viernes no puedo olvidar. La formalidad puedo dejar, y formalmente el fin de semana puedo relajear. Me gusta el fin de semana porque puedo estar donde debo estar: en mi hogar.

Me gusta el fin de semana porque me da permiso de ser como soy, sentirme bien donde estoy. Y decidir a dónde voy.

Me gusta el fin de semana porque el fin de semana puedo sinceramente sonreír, sin fingir. Me gusta el fin de semana porque el fin de semana sí puedo vivir.